La mayoría de personas pasan
por la vida sin sentir grandes motivaciones en el corazón, sus intereses son
creados por la vida misma, quieren viajar, enamorarse, tener fortuna. Sin
embargo, existen algunas que tienen otro tipo de aspiraciones, quieren dominar
un arte, ser expertos en determinada materia, explorar ideas o conceptos... Estos deseos
no tienen como motivación directa la vida, sino que se transmiten a través del
arte, la religión, la ciencia. Generalmente, las personas más contrariadas e
infelices son las que no saben distinguir claramente qué es lo que quieren. El
profundo deseo de expresar el mundo desde su subjetividad se convierte en una
sombra que los corroe por dentro y les susurra palabras como poder, fama,
trascendencia. En ese momento, una luz oscura se apodera de sus egos enfermos, y
sus vidas comienzan a ser gobernadas por la ansiedad y desesperación.
Luz
oscura, obra escrita por Gonzalo Rodríguez Risco y Julia Thays,
nos cuenta la historia de Amanda Luna (Nidia Bermejo), una infeliz actriz que no
pudo lograr sus objetivos; y, por eso, vive autoexiliada en España y protegida
por su esposo Fernando (Alberick García). Ambos regresan a Lima, donde los
espera Willy, un amigo cercano de Amanda Luna o Mandy, como él la llama, quien
alcanzó el éxito a costa de innombrables sacrificios. A partir de la historia
de Amanda Luna, se muestra la realidad en su dimensión más grotesca y
descarnada; la obra no solo nos habla del mundo teatral y artístico sino
también de la condición humana actual, ya que trabaja tipos psicológicos
complejos en cada personaje. Luz oscura
es terrorífica porque recrea la infelicidad del ser humano. Hombres y
mujeres que enloquecen por la fama y el poder, que mendigan afecto, que
deambulan acosados por el mundo, desamparados, desesperados.
Pero todo esto conservando
un impecable trabajo estético y explorando innumerables matices. Los tres
actores fluyen en escena como fantasmas durante casi todo el montaje. Movimientos
performáticos y otros recursos escénicos –iluminación, utilería– se combinan
con los parlamentos, de modo que, al mismo tiempo que se seduce al espectador,
se plantea una interpretación intelectual demandante. Es que la estructura de Luz oscura es especial, no particularmente
porque recurre a la narración circular, sino porque a través de las escenas y
diálogos se exploran los pensamientos de los personajes, para ello se combinan
voces, se mezclan recursos escénicos, se quiebran los ritmos. El montaje logra
cambiar el registro emocional de manera estupenda. Se pasa de un tono jovial e
irónico a uno ácido y despiadado. Un momento de candor y ternura se puede
convertir en uno desagradable y patético. En uno de los momentos dramáticos más
intensos, Amanda Luna es acosada por todos sus demonios, entonces, sale de
escena, rompe la cuarta pared, grita y utiliza un recurso metaficcional
memorable.
Los tres personajes plantean
personalidades psicológicas disfuncionales. En ese sentido, es necesario
recrear emociones complejísimas para darles vida. Felizmente, los tres actores
cumplen plenamente con este requisito. Amanda Luna cobija en su interior a Mandy
y Sofi, la primera es una grácil y delicada actriz, la otra, una niña-mujer sensual y contrariada. Nidia Bermejo representa estos papeles perfectamente. Se
desenvuelve con gracia y elegancia entre la performance y los parlamentos, es
sutil y atractiva cuando su papel adquiere cierta carga erótica y desconcertante cuando bordea el
umbral de la locura. Jesús Neyra logra que Willy conserve su orgullo intacto a
pesar de su afección traumática. Pensamos encontrar estereotipos en la
actuación y la voz de Jesús, pero todo lo contrario, supo crear un personaje
propio y autónomo, con los matices psicológicos necesarios. Finalmente, Alberick
García nos tiene acostumbrados a actuaciones correctas, es uno de los actores
más constantes del medio.
La dirección estuvo a cargo
de Julia Thays, de lo expuesto se puede colegir que estamos
ante un trabajo impecable. No obstante, Luz
oscura es memorable, principalmente, por las actuaciones, las cuales
permitieron crear un mundo aterrador pero seductor al mismo tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario