lunes, 13 de marzo de 2017

CURANDERO-LIMPIA ESCÉNICA

Curandero-Limpia escénica es un proyecto multidisciplinario que combina el performance y el arte visual con la teatralidad; por eso, más que un acontecimiento dramático, es una experiencia visual y sensorial. Esta obra, proyectada por el colectivo Angeldemonio, fue dirigida por Ricardo Delgado y el único actor en escena fue Augusto Montero.

Cuando entramos a la sala, un joven está limando unas tijeras de dansaq. En escena vemos distintos objetos: una carretilla; un platillo con huevos; la máscara de un perro peruano, colgada en la pared, en el centro de la sala; partes de muñecos: cabezas, brazos y piernas (parecen del niño Jesús); un cubo largo de vidrio, lleno de agua; sábila, colgada del techo; un gran costal. Inmediatamente asociamos todos estos objetos al mundo de la curandería. Y, al mismo tiempo, entendemos que estamos en el mercado, espacio donde este tipo de prácticas culturales (curandería) adquieren sentido y tienen vigencia.
En varios momentos de la representación se escuchan sonidos, voces, alboroto de cláxones y gritos. El protagonista habla muy poco, principalmente, transmite sus emociones a través del uso y manejo de los distintos objetos. Al parecer no sucede mucho; sin embargo, sí existe una historia: una historia de amor, contada por el grupo de cumbia Karicia: «como la mañana que al mirarme sonreíste y mi vida se alegró... noche tú que comprendes mi tristeza y también mi soledad...». El joven curandero sufre mucho, todos sus movimientos y acciones, y la intensidad de su voz delatan una insondable pena.

A partir de esta historia de amor y recurriendo al misterioso universo de significación de la curandería se construyen imágenes muy sugestivas. El curandero realiza la danza de las tijeras, se columpia en la carretilla, se coloca la máscara del perro peruano y, al sonido de la cumbia del grupo Karicia, recrea lo popular, usa el huevo para curar al público y curarse a sí mismo… Evidentemente, los objetos son protagonistas, sobre ellos recae la intensidad de la acción.  

Esta puesta en escena evidencia que el mundo mágico-popular peruano es un excelente catalizador de emociones. Angeldemonio nos recuerda la propuesta de las vanguardias: más que representaciones busca construir imágenes que cautiven los sentidos antes que la razón. El objetivo es conocer el sufrimiento y dolor del curandero, pero a través de emociones inconscientes. Curandero-Limpia escénica es un proyecto interesante, pero utiliza la curandería solo como un pretexto, en vez de aprovechar su poder simbólico, sincrético y cognoscitiv

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